MIRA A CÁMARA

Mi nombre es Raúl, vivo solo desde hace un par de años, y mi rutina diaria es bastante aburrida. No tengo novia, pero tampoco la busco, ya que soy un chico que me gusta relaccionarme con chicas cada fin de semana.

Una noche, estaba cenando en la sala, cuando me llamaron por teléfono. Era Laura, una de mis antiguos rolletes, preguntándome si estaba solo en casa.
La verdad es que me apetecía tener una nocha loca, y aunque la chica no era un pivón, me daba bastante morbo y tenía mucha experiencia en la cama y realizando el sexo oral. A la media hora, ya estaba en mi casa, con una botella de vodka en la mano, estaba ebria y se le notaba.

No me dio tiempo ni a saludarla cuando se me lanzó a besarme y a toquetearme la zona. La aparté delicadamnete y la invité a pasar para tomar algo e irnos calentando poco a poco. Pero ella no quería ir despacio. Se quitó la chaqueta y la
tiró al suelo. Llevaba únicamente un sujetador, le quedaba pequeño ya que sus pechos sobresalían de él.

Laura comenzó a tocarse, mientras yo la miraba desde el sofá como se contorneaba. Aproveché su estado de embriaguez, y decidí sacar mi cámara de video. Le propuse grabarnos mientras lo haciamos,y ella accedió sin pensárselo. Me volví a sentar en el sofá, y ella se puso de rodillas, esperando a que sacase mi miembro para comérselo.

Mientras me lo hacía, la grababa y la muy viciosa miraba a la cámara con cara de cachonda, algo que a mí me calentaba cada vez más. Dejé la cámara en un rincón del mueble y la puse a cuatro patas en el sofá, dirigiéndola hacia
la cámara, mientras yo la daba por detrás.

Quise grabarla de todas las posturas posibles, así que la llevé a la ducha, y la dije que quería que se duchara y se tocara para grabarla. Laura no ponía impedimento a ninguna propuesta. Se acariciaba sus pechos llenos de espuma,
recorriendo cada centímetro de su cuerpo hasta llegar a su zona y masturbándose rápidamente. Apagué la cámara y me metí en la ducha con ella para acabar juntos.

Llegó la hora de irse y a Laura se le había pasado un poco la borrachera. Le pregunté si quería una copia del video, pero para mi sorpresa, ella también había estado grabando todo el rato con su móvil.